Sector Externo: Nuevo dilema para el sector energético: Déficit vs valor agregado

Lic. Horacio Lazarte

Con los datos cerrados del primer semestre del año se confirma la tendencia prevista hacia la baja en las variables de comercio exterior, de acuerdo a la caída de los precios promedio general, que por el perfil de importador neto, termina siendo una buena noticia en el balance con una reducción del déficit energético de 34%.

Sin embargo, la tendencia de principio de año cuando las exportaciones se deterioraban a mayor ritmo que las importaciones se siguió dando hacia la mitad del año, y como resultado, la caída porcentual del déficit terminó siendo proporcionalmente menor a la del las importaciones (43%).

La primera señal que nos da esta dinámica de las cuentas externas en del sector energético es que oportunidad del derrumbe de precios internacionales para achicar el déficit no está siendo del todo aprovechada, esto más allá de las necesidades de seguir importando.

Si bien se hicieron fuertes ajustes en las compras externas, en especial en cuanto a derivados de petróleo -cercano al 60%- dado el aumento de la refinación local interna ante los atractivos márgenes internos de refinación, las compras del resto de los rubros no reflejaron un ritmo similar, en especial las de gas natural. Considerando la base usuaria de INDEC, estas se redujeron apenas por encima del 30%, dada las diferentes modalidades de contratos de importación de gas natural licuado en barco. De todas formas, en las compras desde Bolivia se obtienen precios muy inferiores de importación frente al año pasado ( 5.4 U$S / Mbtu).

La segunda señal es del lado de la exportación donde la oportunidad de procesar crudo interno a un precio superior al del mercado externo, implicó un mayor deterioro de ingreso de divisas. En el primer semestre, las ventas de crudo contrajeron en más de 700 millones de dólares el ingreso de divisas por este rubro respecto al año pasado y explicó más del 50% de la caída de las exportaciones totales. De esos 700 millones prácticamente todo corresponde al crudo Escalante de la cuenca del Golfo de San Jorge en Chubut.

Tabla 44 – Saldo Comercial Energético. Primer cuatrimestre 2015 en millón de dólares

horacio 1

Fuente: Elaboración en base a INDEC

 

Cuando se considera qué tipo de crudo está ganando participación en la refinación local, los números revelan que aquel proveniente de la cuenca del Golfo de San Jorge es el que va ganando más lugar en el procesamiento. Éste pasó de representar un 35,7% en el año 2010, frente a un 43,3% en el primer semestre de 2015. Sucede que ante el largo período de declinación de la cuenca Neuquina, fue perdiendo lugar y con un mercado interno de combustibles en crecimiento, algunas refinadoras emprendieron modificaciones en sus plantas con el fin de ampliar la base de procesamiento hacia crudos más pesados como por ejemplo la de Campana-Axion, que refinó el 50% del crudo proveniente de esa cuenca -el resto se reparte entre Ensenada y Dock Sud-. A este hecho, que es más bien de naturaleza técnica, que hoy se encuentra en proceso de reversión dado la recuperación de la producción en la cuenca Neuquina, se suma el hecho de la oportunidad de procesamiento y venta en el mercado interno a precios superiores a los del mercado externo.

De esta manera, el sector energético encuentra un nuevo dilema. Por un lado, agregar valor puertas adentro aumentando el procesamiento interno de crudo, y por el otro, reducir el ingreso de divisas mediante un menor destino a exportaciones.

 

Ilustración 40 – Procesamiento de petróleo por tipo de crudo

horacio 2

Fuente: Elaboración propia en base a SEN

 

Es claro que la mejora del procesamiento genera un mayor valor agregado en origen, y que si no se cuenta con crudo disponible para procesar internamente, deberán importarse combustibles refinados, tanto para el parque automotor como para el mercado eléctrico. Desde el punto de vista del saldo comercial energético, el aumento de procesamiento interno implicó un incremento del 7% en la producción de gasoil (397 mil metros cúbicos). Sin embargo, las necesidades para importar este combustible siguieron estando presentes, en especial desde el sector eléctrico. CAMMESA debió importar 917 mil metros cúbicos durante el primer semestre (apenas por debajo de los 1,07 millones importados a esa altura del año pasado), mientras que las compras de gasoil con destino al parque automotor fueron 875 mil metros cúbicos, frente a 1,26 millones en el mismo período del año pasado.

La oportunidad de sustituir importaciones dado un mercado interno con un precio más atractivo vino por el lado del parque automotor, aunque no contrajo las necesidades de importación para el sector eléctrico. Pero más allá del destino de las compras externas, se hacen a precios inferiores a los del mercado interno (ver Ilustración 13: Paridad de importación del gasoil vs, precio interno sin impuestos).

Como resultado, lo anterior se ve reflejado en la cuenta de subsidios donde la tendencia advertida en la Carta Energética anterior correspondiente al primer trimestre, se acentúa en esta edición. El impacto de la caída de las importaciones, no puede reflejarse en los subsidios. En el primer caso, las compras externas se contraen en más del 40%, mientras que los subsidios en dólares apenas lo hicieron en un 6% ($ continúan en aumento) en el mismo período. Si más del 50% de los subsidios correspondían a la compra de combustibles desde el exterior para sostener tarifas, porqué la caída de las importaciones no se reflejó en los subsidios. Para el sostenimiento de precios superiores a los del mercado externo, pero con el adicional de perder divisas desde el exterior ante la caída de las exportaciones.

 

Ilustración 41 – Evolución de Subsidios Energéticos ejecutado e importación de energía. En MM US$

horacio 3

Fuente: elaboración en base a ASAP e INDEC